“La primera patera que llego a Canarias era de un tamaño modesto, con 25 africanos a bordo que dejaron pasmados a los bañistas. Los africanos no lo sabían, ni los canarios tampoco, pero esta barquilla había corrido el telón de la vecindad de Canarias con un continente completo. Fue la primera manifestación concreta del escalón con África, el más profundo de la Tierra con diferencia. Un escalón que sólo está esperando una ocasión propicia para manifestarse con toda la violencia de la que es capaz.
En 1980, Canarias tenía una dimensión económica semejante a la de Senegal. Pero hoy, para alcanzar el tamaño económico de Canarias es necesario sumar los 12 países de África occidental. Si el archipiélago fuese un país africano, sería la quinta potencia económica del continente, dónde sólo le superan Sudáfrica, Argelia y Nigeria, además de Marruecos. Este último por los pelos, lo que significa que apenas dos millones de canarios producen tanto cada año como treinta millones de marroquíes.
Durante los últimos 26 años, África occidental ha ido desmoronándose por una combinación de malas políticas y mala gestión. A su vez, esta situación provocó el descontento, que la falta de tradición democrática ha impedido articular de forma constructiva.
Conflictos, mala gestión y malas políticas no son los únicos argumentos que explican cómo las economías de la costa de los cayucos han menguado de forma vertiginosa en estos años. El último ingrediente ha sido el notable crecimiento demográfico. En estos 26 años la población de estos 12 países se ha duplicado, pasando de 53 millones de habitantes a 106.Esto significa que el doble de personas viven en una economía semejante.
Por ello, su renta per cápita se ha reducido de forma sensible con un impacto devastador en la población. La experiencia dice a sus ciudadanos que las cosas "siempre van a peor". El que invirtió su dinero hace 20 años es hoy más pobre. El que se esforzó esperando un futuro mejor ha sido traicionado. El único grupo que ha mejorado nítidamente es el de los que emigraron.
Todo conduce a los jóvenes africanos hacia el mar. La emigración se ha convertido en la primera fuente financiera de la 'costa de los cayucos', por encima del turismo.
África occidental tiene playas paradisíacas y atesora todo tipo de materias primas, incluyendo petróleo y metales preciosos. Pero su principal fuente de financiación no es el turismo o la inversión extranjera. Son las remesas que envían a sus familias los emigrantes, quienes aportan el principal saldo de divisas a la balanza de pagos de la región.
Los africanos vendrían igual si en vez de Canarias tuvieran enfrente cualquier otro lugar. Estados Unidos recibe 'sin papeles' por millones, pese a la dureza de su régimen migratorio.
Estas personas no vienen a Canarias, sino que huyen de sus países. Huyen de los golpes de estado, del hambre y de la miseria. A los africanos les basta poner la televisión para saber que enfrente hay sitios donde se come todos los días y no matan a la gente por la calle. Quizá ignoran que viven en la frontera más desigual de la tierra, pero saben que durante los últimos 30 años no han tenido ningún futuro. Y saben también que los que progresaron son los que se fueron. La desgraciada realidad que viven estos africanos les hace percibir que su única opción real de mejora es echarse al mar en una barca y esperar un milagro.”
Este extracto tomado del artículo de Íñigo Moré publicado en EL PAIS el 29 de Abril del 2007 con el titulo La sima entre Canarias y la 'costa de los cayucos' describe con crudeza la realidad del continente africano y explica con meridiana claridad la huida masiva de sus habitantes. Es sin duda esta persistente realidad la que impulsa a los africanos a desafiar los elementos y tirarse al mar en busca, no de un futuro mejor, si no simplemente de su misma supervivencia.
En 1980, Canarias tenía una dimensión económica semejante a la de Senegal. Pero hoy, para alcanzar el tamaño económico de Canarias es necesario sumar los 12 países de África occidental. Si el archipiélago fuese un país africano, sería la quinta potencia económica del continente, dónde sólo le superan Sudáfrica, Argelia y Nigeria, además de Marruecos. Este último por los pelos, lo que significa que apenas dos millones de canarios producen tanto cada año como treinta millones de marroquíes.
Durante los últimos 26 años, África occidental ha ido desmoronándose por una combinación de malas políticas y mala gestión. A su vez, esta situación provocó el descontento, que la falta de tradición democrática ha impedido articular de forma constructiva.
Conflictos, mala gestión y malas políticas no son los únicos argumentos que explican cómo las economías de la costa de los cayucos han menguado de forma vertiginosa en estos años. El último ingrediente ha sido el notable crecimiento demográfico. En estos 26 años la población de estos 12 países se ha duplicado, pasando de 53 millones de habitantes a 106.Esto significa que el doble de personas viven en una economía semejante.
Por ello, su renta per cápita se ha reducido de forma sensible con un impacto devastador en la población. La experiencia dice a sus ciudadanos que las cosas "siempre van a peor". El que invirtió su dinero hace 20 años es hoy más pobre. El que se esforzó esperando un futuro mejor ha sido traicionado. El único grupo que ha mejorado nítidamente es el de los que emigraron.
Todo conduce a los jóvenes africanos hacia el mar. La emigración se ha convertido en la primera fuente financiera de la 'costa de los cayucos', por encima del turismo.
África occidental tiene playas paradisíacas y atesora todo tipo de materias primas, incluyendo petróleo y metales preciosos. Pero su principal fuente de financiación no es el turismo o la inversión extranjera. Son las remesas que envían a sus familias los emigrantes, quienes aportan el principal saldo de divisas a la balanza de pagos de la región.
Los africanos vendrían igual si en vez de Canarias tuvieran enfrente cualquier otro lugar. Estados Unidos recibe 'sin papeles' por millones, pese a la dureza de su régimen migratorio.
Estas personas no vienen a Canarias, sino que huyen de sus países. Huyen de los golpes de estado, del hambre y de la miseria. A los africanos les basta poner la televisión para saber que enfrente hay sitios donde se come todos los días y no matan a la gente por la calle. Quizá ignoran que viven en la frontera más desigual de la tierra, pero saben que durante los últimos 30 años no han tenido ningún futuro. Y saben también que los que progresaron son los que se fueron. La desgraciada realidad que viven estos africanos les hace percibir que su única opción real de mejora es echarse al mar en una barca y esperar un milagro.”
Este extracto tomado del artículo de Íñigo Moré publicado en EL PAIS el 29 de Abril del 2007 con el titulo La sima entre Canarias y la 'costa de los cayucos' describe con crudeza la realidad del continente africano y explica con meridiana claridad la huida masiva de sus habitantes. Es sin duda esta persistente realidad la que impulsa a los africanos a desafiar los elementos y tirarse al mar en busca, no de un futuro mejor, si no simplemente de su misma supervivencia.
En estos 20 años la inmigración poco ha cambiado desde el punto de vista humano. Lo más destacable es precisamente el aumento del número de muertes registradas en los últimos años, a consecuencia del desplazamiento del fenómeno hacia Canarias -que obliga a realizar travesías mucho más largas y peligrosas- y el origen de los inmigrantes, que ahora son mayoritariamente subsaharianos en vez de marroquíes.
En Canarias, el fenómeno de los cayucos disparó las cifras de muertes: al menos 1.167 casos documentados. Ya antes había habido pateras que salían del Sahara, varias de ellas con naufragios, pero la primavera del 2006 hubo un primer brote importante de piraguas procedentes de Nuadibú (Mauritania) y después vino el que se ha dado en llamar el “verano de los cayucos”, que sorprendía casi todos los días a los bañistas de las islas. De aquellas fechas es la imagen de los veraneantes de “Las Tejitas” arropando con toallas a los ateridos africanos recién desembarcados y dándoles algo caliente para beber.”
Pero con ser preocupantes, estos datos entresacados del artículo de José Bejarano La primera víctima del Estrecho. Pateras, veinte años de muerte, publicado el 1/11/2008 en La Vanguardia, son solo la punta del Iceberg, pues con toda seguridad son muchos más los que han perecido en medio del Océano, de los que nunca tendremos noticias.
A estas alturas, no son pocos los que consideran que las aguas del Océano Atlántico, entre la llamada costa de los cayucos (Oeste de África), Canarias y el Estrecho son la fosa común más grande del planeta.
Y lo peor, es que estas noticias se han hecho tan habituales que ya casi ni nos inmutan. Es raro el mes en el que no conocemos varias muertes de inmigrantes en el intento de cruzar el Océano, sin ir más lejos en este mes de noviembre alrededor de una decena, pero ya no son portada de nuestros periódicos y las tomamos casi como algo natural e inevitable.
Tenemos que ser conscientes de la enorme catástrofe humanitaria que ocurre a nuestro alrededor y ser altavoces de ella ante el mundo, porque el problema es de tal envergadura que solo la solidaridad y colaboración internacional permitirá abordar con algún éxito la solución.
No podemos seguir viviendo de espaldas a África y percibir el problema sólo como una amenaza. Nos guste o no, somos un archipiélago geográficamente africano con cultura y desarrollo europeo, ante un continente en el que la miseria y la catástrofe rezuma por todas partes, y aunque sólo fuera por razones egoístas, estamos obligados a no mirar el problema con resignación, sino bien al contrario, poner todos nuestros esfuerzos en buscar soluciones.
Hay que seguir luchando para que de una vez por todas España, Europa y el mundo entiendan que es absolutamente necesario consensuar un potente plan de ayuda y cooperación con África, que les ayude a salir de la miseria y el subdesarrollo y permita el crecimiento económico necesario para que sus ciudadanos puedan ganarse la vida en sus países. Y mientras lo conseguimos pongamos al menos todos los medios a nuestro alcance para que los que lleguen a nuestras costas tengan toda la ayuda que le podamos brindar.
Referencias:
1. Esta es la versión como articulo de prensa de la Resolución "La Muerte en los Cayucos", aprobada en el III Congereso Insular de Coalición Canaria de Gran Canaria. el 29 de Noviembre de 2.008.
2. Los cayucos que nunca llegaron: lista de las tragedias más graves camino a España. ADN.es / Ciudadanos. Martes, 11 de noviembre de 2008.


Comentarios enviados
Francisco Bolaños Gutiérrez: Magnífico artículo Sr Castellano. Se le echaba de menos por este tecno-lugar de reflexión. Visto lo escrito, está muy claro que tiene muchas cosas que decir. Agradecido.
Pepe Castellano: Efectivamente, tal como se dice en el mismo, esta no es mas que la version como articulo de Prensa de tal Resolución.
Dolores Acebo: Que en CC haya gente como José Castellano, con planteamientos como el que hace en este artículo, que consiguió que se convirtiera en resolución de su partido en GC, es una clara muestra de que aún queda lucidez y que el tiempo pondrá las cosas en su sitio. Las organizaciones de GC en CC siempre dieron el peso progesista. No es casual que Castellano diga y defienda lo que aquí dice y que en TF el energúmeno de Isaac Valencia arremetiera contra los que llama "moro". Muy bien Pepe,
Moyera: Casi bién, hijo mío, pero te falta coherencía. Todos y todas sabemos en Canarias que las resoluciones, ponensias y anexos de CC, son sólo eso. En la práctica son los Valencias y los Ruanos al son de Don pepito quienes dictan las pólicas de "partido". Y lo que te rondaré morena, ayer ni de coña y hoy de un huevo sobra la yema. Africa y su agonía tiene un analicis mucho más serio que el darle la cara. Canarias te espera y tus antiguos correlijionarios también, no malgastes tu tiempo...
Por supuesto usted es uno de los que sienten la delicades del asunto.Pero me gustaria saber quienes son los culpables de todo eso ¿ son los imigrantes? no lo pienso.
Pienso que al analizar el problema, habrá que investigar en lo que ha provocado el desequilibrio mundial. La determinación que tiene los candidatos a la imigración es muy fuerte de tal manera que cada uno de ellos se siente honorado morir en el mar que morir a causa del hambre delante de su familia. Y si no hay soluciones los que quedan alli van a intentar de todos los medios llegar a la tierra prometida.
"La angustia, el placer, el dolor y la muerte, no son nada más que un proceso para existir" Frida Kahlu.