Ayer se presentó simultáneamente en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria el siguiente Manifiesto que apoyan multitud de dirigentes sociales y ciudadanos de todo tipo y color.
Contra una Europa gobernada por los Mercados
Huelga general, también como ciudadanos y ciudadanas
Por una política que defienda los derechos sociales y laborales
Contra los planes de austeridad en Europa
Contra el desempleo, la liquidación de derechos laborales y la regresión social
Contra el aumento de las desigualdades, la pobreza y la exclusión social
Bajo estos lemas, los sindicatos de toda Europa han convocado para el próximo 29 de Septiembre movilizaciones a escala continental que ha sido secundada en Canarias por casi todos los sindicatos de clase convocando Huelga General.
Los firmantes de este Manifiesto, entendemos que tienen razón los sindicatos cuando afirman que esta reforma no servirá para crear empleo, aumentará los contratos temporales, facilitará y abaratará el despido, reforzará el poder de los empresarios a la hora de fijar unilateralmente las condiciones de trabajo, privatizará la gestión del desempleo y debilitará las negociaciones colectivas y el papel de las organizaciones sindicales.
Asímismo, creemos que sería un error pensar que la reforma supone únicamente un ataque contra los sindicatos. Esta reforma laboral abre la puerta a ataques más duros para reestructurar las relaciones laborales en beneficio exclusivo de la patronal, ampliar el tiempo de explotación de la mano de obra, dificultar el disfrute del salario de jubilación, reducir los servicios públicos y las prestaciones sociales y, en general, hacer crecer las rentas del capital mediante el saqueo de las rentas del trabajo.
Los acontecimientos de los dos últimos años significan una agresión manifiesta a la democracia, la dignidad política y a los derechos de la ciudadanía. Padecemos una crisis motivada por la desregulación política de los mercados y la avaricia de la economía especulativa. La crisis de un capitalismo senil. Ahora no sólo se quiere utilizar esa crisis para justificar una reforma laboral que sólo beneficia a sus causantes, sino que además se pretende debilitar definitivamente el poder de los Estados y la capacidad política de los ciudadanos y las ciudadanas.
Por eso, la huelga del 29 de septiembre no afecta sólo al movimiento sindical. Se trata de una llamada a todos los ciudadanos y ciudadanas dispuestos a manifestar su oposición a una Europa gobernada por los mercaderes, sin lugar para la política y los espacios públicos del Estado. Se trata de una llamada a quienes no están dispuestos a que se recorten los valores cívicos, los derechos sociales y la dignidad de la ciudadanía. Se trata de dejar oír nuestra voz contra los especuladores y sus cómplices. Se trata de levantar nuestra palabra contra los que quieren servirse del silencio para humillarnos y justificar sus negocios indecentes.
La orientación agresiva de la política de los Gobiernos de Canarias, España, y de toda la Unión Europea aprovechando la crisis para imponerla como necesaria para su superación, está impactando negativamente en las condiciones de vida y trabajo de las clase populares, las cuales perciben la magnitud del ataque y esperan de sus organizaciones sindicales, sociales y políticas una respuesta a la altura del desafío.
Canarias, que hoy se encuentra en el primer puesto en pérdida de calidad de vida y retroceso de derechos sociales, en porcentaje de parados y paradas, de pobreza extrema, de fracaso escolar, de mala asistencia sanitaria, de agresiones al territorio, sufrirá aún más las consecuencias de estas duras e impopulares medidas del gobierno.
La huelga del 29 de septiembre no es sólo un derecho. Es una necesidad democrática
Por eso las mujeres y los hombres que firmamos este manifiesto, desde nuestra variada situación profesional y laboral; desde la diversa pertenencia a organizaciones sociales, culturales, vecinales, sindicales o políticas; desde la diversidad que conforma el bloque social que aspira a un profundo cambio. Tanto aquellas generaciones que fueron testigos de tiempos históricos difíciles y participaron activamente en una época de importantes cambios, como, y sobre todo, esta juventud hoy despolitizada, pero que debe ser conciente que sufrirá más que nadie esta antisocial y reaccionaria política, están llamadas a apoyar y a participar en la Huelga General el 29 de septiembre en la idea que este acto de participación democrática y ciudadana contribuirá a transformar las actuales políticas.
Pedimos a las organizaciones sindicales que se muestren a la altura de éste particular y significativo momento con esta legítima contestación democrática. Llamamos, en consecuencia a todas las organizaciones sindicales a consensuar un camino unitario de lucha para detener las políticas agresivas que ya se haga visible el 29 de septiembre en un espacio colectivo y único de expresión en la calle de la huelga general y que organice la continuidad de la lucha hasta conquistar un giro esencial de la política gubernamental. Llamamos, también, a las organizaciones políticas de izquierda, al movimiento vecinal, a los colectivos sociales, a la intelectualidad progresista y a toda la ciudadanía democrática a participar activamente en la huelga general del 29S y a aprovechar su impulso para trasladar la demanda de unidad que imponen los tiempos.
La reforma laboral recientemente aprobada por el Parlamento es un paso de gigante en la dirección de terminar la liquidación de derechos cuya conquista costó decenios de lucha a la clase obrera. La amenaza que se cierne sobre los valores mínimos que más caro han costado a las generaciones que nos han precedido, a los que tienen derecho las generaciones presentes y que representan el mejor legado para las generaciones que nos sucedan. La respuesta a esta amenaza merece el más amplio apoyo ciudadano. Un apoyo que tiene necesidad de expresarse, haciéndose visible el 29 S en un espacio colectivo y único, de los sindicatos convocantes a la Huelga General y de la sociedad en general.
Canarias, 19 de septiembre de 2010
Como bien dice el artículo, hace 2 años que viene pasando y los sindicatos han estado callados, esta huelga es sin duda la manera más inútil de mostrar nuestro desacuerdo, pero sí la más fácil para los sindicatos, suponen que por ir con pitos y pancartas un día justifican su tolerancia a todo lo que ha pasado hasta ahora. Ellos son cómplices del gobierno, han transformado una ideal como el derecho de los trabajadores a tener representación en una excusa para que unos pocos liberados hagan el vago. Yo sí me quejaré, y será en las urnas, no contribuiré con mi salario a que unos pocos sigan viviendo de las rentas.
ResponderEliminarDe acuerdo en parte, pero si queremos tener alguna posibilidad de cambiar las cosas hay que conseguir que la huelga sea masiva.
ResponderEliminarTe dejo un enlace en la que los sindicatos dan sus razones: http://www.rtve.es/noticias/20100615/sindicatos-justifican-huelga-general-del-29-s-cambio-carril-del-gobierno/335720.shtml
Todo eso ya lo he oído, pero AHORA no es el momento, el momento pasó, ahora queda ejercer nuestra protesta en las urnas. Estoy tan indignado con el gobierno como con la pasividad mostrada por los sindicatos, lo siento pero llegan tarde, mucho, tanto que ya no les queda credibilidad alguna. Es una huelga cuyo único objetivo es justificar los puestos de algunos pocos, puestos que estarían más que justificados si hubieran reaccionada a tiempo y enérgicamente. Ahora de repente salen de su largo letargo, claro está, mirando sólo para su ombligo. No hay nada que puedan decir AHORA que les aporte credibilidad. Han hecho que el pueblo esté en contra de los sindicatos, increíble, siendo ellos los encargados de velar por nosotros, muy mal lo han tenido que hacer. No hablaron cuando comenzó la pérdida masiva de puestos de trabajo, ni cuando la cosa empezaba a ponerse fea, tan solo se les empezó a escuchar tras el recorte salarial de los funcionarios. Un día de huelga no justifica el sueldo de estas personas, han deshonrado la noble labor que se les asignó: velar por los derechos de los trabajadores.
ResponderEliminarPues sin embargo yo creo que las urnas tocan en 2012.
ResponderEliminarY ademas estoy convencido de que cambiar a Zapatero por Rajoy no solucionará nada.
Lo único que puede cambiar las cosas es que todos los trabajadores gritemos bien alto que "ya esta bien" de cargar las consecuencias de la crisis sobre nosotros y que es la hora de Cambiar profundamente el Sistema Financiero Internacional que es el que provoco este batacazo ¡NO LO OLVIDEMOS!
Sí... grita grita que esa es la solución, seguro que en Moncloa al oirlo cambian de actitud, ya puestos lleva un pito y pancarta, que es más efectivo...
ResponderEliminarSi hay alguna posibilidad de que cambien las cosas es solo si la Huelga General es masivamente seguida. Así que yo ire.
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